10 de febrero de 2015

Sacándole partido a una intensa ventisca en Porté-Puymorens


Enclavado entre el Macizo del Carlit y el Pirineo de Andorra, el valle del río Carol (principal afluente de la cabecera del Segre) confiere unas peculiaridades orográficas y climáticas al pueblo de Porté-Puymorens, en la comarca francesa de la Alta Cerdaña, encerrado entre imponentes montañas y sometido a un abundante régimen de precipitaciones, de lluvia o de nieve. Por ello, sus habitantes se muestran orgullosos de ser la localidad donde más nieva de todo el pirineo francés.
En esta ocasión, y ya van 4, la vuelta en raquetas de nieve por el valle volvió a ser un espectáculo impresionante, donde la ventisca volvió a tomar el máximo protagonismo y en donde comprobamos los rigores de una nevada severa en la que los vehículos quedaron sepultados y en algunas calles del centro del pueblo el nivel de la nieve llegaba a los balcones.
Saliendo desde la misma carretera del Col du Puymorens, anduvimos en raquetas remontando el valle hasta bien pasada la cola del Lac du Passet bajo unas condiciones de frío extremo, entre -6 y 8ºC, fuerte viento y grandes acumulaciones de nieve en todo el recorrido.

Las calles de Porté-Puymorens eran impracticables ya al llegar por la mañana y el grueso de nieve tapaba el acceso a las casas.
Foto de familia con los 21 asistentes a la raquetada.
Poco minutos después de aparcar nuestros vehículos ya quedaron bien cubiertos de nieve.
Con Mònica Oró, junto a la carretera que sube al Col du Puymorens que estaba casi impracticable.
El grueso del grupo se dirige al aparcamineto del Camping La Rivière.
Los cauces de los ríos completamente tapados por la nevada.
Un vehículo aparcado casi sepultado por la nieve.
Brutal el espesor de la nieve acumulada con Porté-Puymorens al fondo.
Aparcamiento en el centro del pueblo.
El cementerio de Porté-Puymorens.
Un caballo en un prado saliendo del pueblo.
La ventisca arreciaba al salir del pueblo, con Conxa Coca.
Puente sobre el río Carol.
Los prados del Carol. Las ráfagas de viento a veces eran muy fuertes.
Avanzando por la traza abierta mayormente por Conxa Coca.
El río tapado en muchos tramos.
Raquel cierra la fila de participantes.
El buen humor y las ganas de pasarlo bien fueron las notas dominantes entre todos. Foto de Eduard González.
Los ánimos siempre por las nubes.
Subiendo hacia el Lac du Passet.
El intenso frío no pudo con nosotros.
Los abetos saturados de nieve.
La Forêt Communale de Porté-Puymorens.
La hilera sigue la traza abierta por Conxa Coca.
Subiendo hacia el Passet.
Siempre encontrábamos momentos para las risas.
En el Clot de les Polvorines la nevada era de proporciones nunca vistas.
El grupo llega al Clot de les Polvorines.
Después de casi 6 kms decidimos regresar a Porté-Puymorens.
Los rezagados del grupo.
El río, prácticamente tapado.
Nos dejamos caer hacia atrás sobre una alfombra suave y mullida. Foto de Eduard González.
En la caída la nieve en polvo cubrió nuestras caras. Foto de Eduard González.
Foto de saludo poco antes de regresar al Cámping La Rivière
El aparcamiento del Cámping
Los carámbanos del tejado.
Vehículos sepultados en las calles del pueblo.
La situación era sobrecogedora.
En esta calle el nivel de la nieve llegaba al balcón.
La puerta de acceso a la casa casi tapada.
Las calles completamente llenas de nieve.
Una motocicleta aparcada.
Carámbanos afilados bajo el alero del tejado.
Subiendo por una de las calles del pueblo. Foto de Eduard González.
Esta fachada estaba espectacular, con los carámbanos cubriéndola casi por completo.
Tomando agua de un carámbano desprendido.
De regreso al punto de encuentro, a la entrada de Porté-Puymorens, con la bionda de la carretera casi tapada.
Hacia el Bar Catherine para entrar en calor.
La terraza del Bar Catherine.

2 comentarios:

  1. Genial crónica Fran d'una divertida trobada i gaudida amb les condicions que el clima ens imposava. Un espai que aquest any estava desbordant de neu i amb un encant especial tot l'entorn natural, des de les branques i arbres caiguts, a la majestuositat del gruix de la neu en les prades... Els moments de compartir a més riures en un recorregut tan divers, no té si no la gran admiració de convertir-se en un dels grans moments de la nostra vida...que passa, no torna, però queda palès a la nostra memòria i d'aquesta manera. Un Cor de Muntanya que batega i un gran amic com tu al cap davant. Un petonàs!!!

    ResponderEliminar
  2. Sempre he dit que les meves aventures es gaudeixen 2 cops, en el moment de fer-les, i en el moment de recrear-les al blog. Per mi és un plaer, i un luxe, compartir-les amb vosaltres, sobre el terreny i sobre la pantalla de l'ordinador.

    ResponderEliminar

Me gustaría saber cual es tu opinión, escríbela aquí debajo: