30 de agosto de 2009

Cavalls del Vent - Formato sub 36 horas

Cavalls del Vent es una travesía circular que se lleva a cabo por las cimas y valles del Parc Natural del Cadí-Moixeró, entre las comarcas de la Cerdanya y el Berguedà, de 97 kms de recorrido y 5.200 m de desnivel positivo acumulado, según datos de la organización, y que hay que cubrir siguiendo el recorrido entre 8 refugios del parque.


El enfoque que le dimos varios corredores a este trail-running se basaba en un fín de semana de convivencia entre nosotros, nuestras parejas y algún niño, de tal manera que lo teníamos organizado para participar en la Travessa un total de 6 corredores y 4 acompañantes, los corredores haríamos el recorrido en 2 etapas, la primera con salida en el Refugi dels Cortals de l'Ingla y llegada en el Refugi de Sant Jordi, y la segunda con salida desde éste y llegada de nuevo al Refugi de Cortals, ambas de unos 48 kms. Los acompañantes tendrían que hacer un recorrido mucho más corto y directo para ir de un refugio al otro a través del Coll de Pendís, para reunirse con nosotros al final de cada etapa, de poco menos de 5 kms cada una.


Pero el hobre propone y Dios dispone, y entre algunas bajas por motivos de salud y otras debidas al temor al mal tiempo previsto, únicamente nos presentamos en el Refugi dels Cortals de l'Ingla 4 participantes del grupo.


La estrategia para lograr el objetivo sub 36 horas, con pernoctación intermedia incluída durante la cual el cronómetro seguría en marcha, consistía en llegar una tarde al refugio de salida, pernoctar y comenzar la travesía a las 6:00, para poder terminarla a las 18:00 del día siguiente.


Desde el momento de inicio de la 1ª etapa, las 06:07 h. hasta el momento que cerramos el círculo de la travesía en la 2ª etapa, las 17:07 h. del día siguiente, pasaron un total de 35 h 0 min, logrando de esta manera el objetivo sub 36 h.


La 1ª etapa la cubrimos en 12 h 15 min y la 2ª en 11 h 23 min, sumando entre ambas un total de 23 h 38 min de tiempo efectivo, argumento éste que invita a intentar realizar esta travesía el próximo año con el formato non-stop y el objetivo sub 24 horas... El reto está lanzado...


Pero la travesía fue mucho más que todos estos datos, fue una vivencia única, de contacto directo con la naturaleza y sus elementos, de ponerse a prueba en cada subida ó en cada bajada, de convivencia con los demás miembros del equipo y de comprobar que la unión hace la fuerza, porque en los peores momentos, con la climatología en nuestra contra, entre todos aunamos fuerzas y fe en lograr nuestra meta. Esa fue la clave del éxito:
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La tarde anterior comprobamos que los hombres del tiempo no se habían equivocado: una fuerte tormenta caía sobre la Serra del Cadí a nuestra llegada al refugio de Cortals de l'Ingla.
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El equipo, de derecha a izquierda, Laia, Ferran Vila, Karli y yo, resguardados de la tormenta en el porche del refugio, a 1.610 m de altitud.
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Tras pasar una noche divertida entre risas y ronquidos, nos sorprendió una madrugada completamente rasa, con una brillante luna. A las 6:07 dábamos inicio a la Cavalls del Vent sub 36 h.
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Tras la primera subida llegamos al Coll de Vimboca (1.799 m), aún con las luces de los frontales.
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La Cerdanya, amaneciendo entre los abetos y la niebla del fondo del valle.
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Con Ferran, haciendo un descansito y alguna broma en la subida a la Roca de la Moixa.
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El característico Grau del Doll y el Pedraforca, vistos desde la Roca de la Moixa, a 2.055 m de altitud, con los primeros rayos de sol.
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Entre Ferran y Laia, en el Coll de la Moixa (2.026 m).
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Amanecer en el Berguedà desde el Coll de la Moixa.
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Siguiendo las marcas de ruta en la subida al Cap del Pradell (2.218 m.)
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El Berguedà i el Cap de la Boixassa (1.825 m.)
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El Pedraforca y los estratos del Puig dels Terrers (2.465 m.)
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Siguiendo el sendero por la zona de Estalabars, en donde nos sorprendió una numerosa manada de corzos bajando salvajemente por la fuerte pendiente.
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Vall del Bastareny, por cuyo fondo habríamos de pasar por la tarde.
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La Serra d'Ensija y el Cap de la Gallina Pelada. Delante, el Grau del Doll, cresta que baja rompiendo horizontes desde Comabona.
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Vista de la Vall del Bastareny entre la niebla, desde el Coll de les Vaques (2.187 m.)
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Bajando hacia el refugio de Prat d'Aguiló y pasando entre los caballos.
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Els Terrers y la Cerdanya.
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Atravesando una incómoda pedrera.
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A través del hueco se ofrecía la vista de la Cerdanya.
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El Pla de les Creus, y arriba, el Comabona (2.554 m.) del lado de la Cerdanya.


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Delante de Comabona (2.554 m.) y Aguiló (2.494 m.)
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Imagen retenida en los vericuetos de la memoria y repetida la noche siguiente entre sueños, sin cesar, raíces, piedras y puntos de ruta de color mandarina...


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Ferran, Karli y el Puig de la Font Tordera (2.526 m.)
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Cavalls ... del Vent.
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Delante del Refugi del Prat d'Aguiló, a 2.010 m. de altitud.
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Simpático habitante del refugio.
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L'Alt Urgell y el Pirineo de Andorra, desde la fuerte subida al Pas del Gosolans.
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Subida al Pas dels Gosolans. Serra de Prat Sistre. Cielos azules, puros, limpios... nubes finas que se aproximaban...
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El equipo en el Pas dels Gosolans (2.430 m.)
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Pas dels Gosolans. Vista al Sur: la Coma dels Cortils y un inquietante Pedraforca asomándose...
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Coma dels Cortils.
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El equipo en la Serra Pedregosa, antes de bajar hacia la pista del Pedraforca que aparece detrás.
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El Collet (1.845 m.) y al fondo, la Serra de Port del Comte.
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El Pedraforca (2.498 m.), montaña fascinante, y a media altura, la pista que habíamos de tomar.
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Bajada hacia el Refugio Estasen. El Coll del Torn (1.918 m.) y la Bola(2.023 m.)

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La profunda Baga de Gresolet y el Coll de la Bauma (1.527 m.)
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Inesperado contraste geométrico cóncavo-convexo: la Canal Llarga y la Bola, desde los pies del Pedraforca.
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Karli, Ferran y Laia por la pista del Pedraforca, poco antes de llegar al Refugi Estasen. En la cima comenzaban a formarse nebulosas con gran rápidez, eran las 13 h, llevábamos 7 de marcha...
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Tras cambiar calcetines y comer un bocadillo en el concurrido refugio bajamos, de mejor humor, por los senderos del bosque de Moronta.
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Pero la bajada se hizo larga y peligrosa, la tormenta de la tarde anterior convirtió el oscuro suelo en una pista resbaladiza en la que nos teníamos que ir sujetando con las ramas y los troncos. Entre los claros veíamos que las nubes se inflaban por momentos...
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Atravesando el Torrent de les Arquedes, la oscuridad se hacía evidente y la sensación de bochorno también.

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Gresolet, el Coll de la Bauma, y ya tronando arriba, el Comabona (2.554 m.) por cuyas proximidades habíamos pasado a primeras horas de la mañana.
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Poco antes de llegar al Refugi de Gresolet, lo inevitable, el primer chaparrón y unos truenos que presagiaban problemas...

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Fantástica Fageda de Gresolet, hayedo tupido y silencioso, tanto que ya no se oían mas truenos... subíamos al Coll de la Bauma, tramo común con la Travessa Núria-Queralt que hice pocas semanas antes, pero en sentido contrario, y que ahora podía disfrutar de día...
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Pero tras llegar al alto comenzó a llover de nuevo, y ahora con más sensación de frío. En las cumbres se oían rumores de truenos... Torrent de Muscarols, eran las 15:00 h.

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Qué mal presagio me dieron estos inquietantes huecos en el talud del camino de bajada hacia el Coll de la Bena en medio de la tormenta...

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La salida por sorpresa del sol nos puso de buen humor al llegar al Coll de la Bena... detrás, el Cap del Pradell (2.218 m.), donde nos encontramos los corzos por la mañana, ahora cubierto de nubes que no dejaban de tronar.
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Tras bajar a Sant Martí del Puig emprendíamos el último tramo de la primera etapa para llegar al refugi Sant Jordi, remontando el Torrent del Forat a través de Els Empedrats. Los truenos continuaban, quizás provenientes del lado norte de la montaña...

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Impresionante Estret d'Escriu, el rumor del agua se confundía con el de los truenos.

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En uno de los huecos del Torrent del Forat.
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Pequeña cascada en Els Empedrats.
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Vista atrás del Estret d'Escriu y la Serra d'Ensija al fondo, por donde una masa oscura de nubes comenzaba a tronar también, ahora oíamos los truenos por delante y por detrás... el panorama no pintaba bien, eran las 17:30 h y había que llegar al refugio cuanto antes... subiendo por el sendero... sin aliento...
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La oscuridad se abatía sobre el valle y las primeras gotas comenzaban a caer...
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Pero de repente nos encontramos salvados, se apareció ante nosotros el Refugi de Sant Jordi, a 1.565 m. de altitud. Eran las 18:15, llegábamos al final de la 1ª etapa tras 12 h 15 min después de haber recorrido casi 50 kms.

Comenzó a llover torrencialmente durante horas y nos dijeron que las previsiones para el día siguiente eran de empeoramiento, pero tras una buena ducha caliente, la limpieza del material, la estupenda cena de crema de calabacines y albóndigas con sepia que nos ofrecieron en el refugio, la tertulia con otros montañeros en ruta y la elaboración de la estrategia para el día siguiente, acordamos levantarnos a las 04:30h para salir a las 05:30 y poder llegar así a tiempo a las 18:00 al cierre del control, nos fuimos muy pronto a dormir.

La noche se pasó entre el sonido de los truenos que no cesaban y el de la lluvia torrencial, mezclado con ensoñaciones de senderos, piedras, rocas, ramas, raíces y los puntos de color mandarina que señalan la ruta...
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Por la mañana comprobamos que la lluvia había parado, hacía viento y entre las luces del cielo nocturno veíamos que estaba bastante nublado. Habíamos hablado de que si se presentaba mal el día podíamos acortar directos al Refugi dels Cortals de l'Ingla a través del Coll de Pendís, recorrido sencillo de apenas 5 kms, y regresar a casa. Pero apostamos por continuar, y así, a las 5:30 emprendimos camino hacia el Coll d'Escriu a través de unos senderos completamente mojados.
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Subiendo al Coll d'Escríu en la noche. Los árboles y arbustos nos dejaban refrescantes duchas a nuestro paso...

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Las primeras luces del alba en el Coll d'Escriu y la silueta recortada de les Penyes Altes (2.279 m.) por cuyas cimas habríamos de pasar horas más tarde...
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Amanecer con el cielo muy tapado en las proximidades de Grèixer.

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Laia y Ferran cruzan el Riu de Grèixer. Dentro del bosque se volvía a hacer de noche...
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Millarès, precioso prado multicolor donde, entre llovizna y llovizna, parecía que se abrian los cielos...
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Pero desde el Collet de la Ferrería veíamos que se abrían claros hacia el Pedraforca y el Comabona.
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En la larga subida al Refugi del Rebost, parada con el Pedraforca, soleado, al fondo.

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Refugi del Rebost, a 1.640 m. de altitud, revisando los pies y avituallando para subir al Níu de l'Àliga.
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Disfrutando de las avellanas de Karli y de la visión de las cimas recorridas el día anterior.
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El Pedraforca y el Comabona comenzaban a taparse de nuevo y, delante, la imponente franja rocosa de Quer d'en Torb. Mientras, Ferran y Laia se afanan en la subida, y yo, imitando la pirueta de Sylvie en un lugar muy parecido a éste.
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Subiendo al Niu de l'Àliga: la Roca del Llamp (2.136 m.), habíamos de pasar por ella, tapada por las nubes.

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Momentos duros, fuerte pendiente de subida, oscuridad y frío. En Comafloriu (2.184 m.) se nos vino la niebla encima.

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Cap del Serrat Gran (2.407 m.). Karli abría paso entre la niebla y el frío.

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Colladeta de Comabella (2.347 m.). Abajo, la estación de esquí de La Molina. Su proximidad permitió obtener cobertura telefónica. Agujero en medio de la niebla y en lo más hondo del corazón. Una llamada de Mª Ángeles nos daba fatales noticias, la muerte de Dani Jarque.

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El shock fue tremendo, 3 de los 4 miebros del equipo somos socios del RCD Espanyol, nos quedamos aturdidos, la niebla se volvió de repente mucho más espesa y fría, los escalofríos recorrían mi cuerpo y las lágrimas se mezclaban con el vaho del aliento...

Silencio... sólo silencio en el Puig de Comabella (2.436 m.), en los últimos metros antes de llegar al Niu de l'Àliga...
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Por fín, llegada al Refugi del Niu de l'Àliga, a 2.520 m. de altitud, junto a la Tosa d'Alp (2.537 m.), techos de Cavalls del Vent. Eran las 12:00 y se preveía la aparición de tormentas a partir de las 14 h. Había que recorrer la zona más elevada de la travesía y teníamos poco margen para salir de la zona antes de esa hora...
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Bajada hacia el Coll de la Mena (2.406 m.) por la divisoria. A la izquierda el Berguedà y la cuenca del Llobregat. A la derecha, la Cerdanya y la cuenca del Segre-Ebro.
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Desde la divisoria, entre claros de niebla, se podían contemplar a la vez los paisajes de la Cerdanya y del Berguedà, desde donde llegaban los sonidos amenazantes de los primeros truenos.
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Laia, bajando por el estrecho sendero de fuerte pendiente desde la Tosa d'Alp (2.537).

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Oscuridad en la Pleta del Llamp (2.171 m.). Los truenos y relámpagos eran cada vez más frecuentes pero aún lejanos... estábamos en el tramo más alto de toda la travesía, tramo muy largo, cresteando por la divisoria durante muchos kilómetros y que parecía no tener fín.
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El sendero alrededor de la Roca del Llamp (2.138 m.), húmedo y escarpado, no permitía llevar un buen ritmo con el que llegar pronto al Moixeró y comenzar a escapar de la altitud antes de la llegada de la tormenta.
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Y ocurrió... llegando a Penyes Altes (2.279 m.) una rápida barra de nubes, oscura y densa, nos fue tapando la soleada Cerdanya hasta envolvernos del todo y comenzar a desgarrar la atmósfera en secos y ensordecedores truenos.
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A duras penas fuimos bajando de Penyes Altes hacia el Pla de Moixeró, envueltos en plena tormenta. Los fogonazos de los relámpagos y su inmediata respuesta atronadora nos encendieron el turbo en las piernas en la difícil y escarpada bajada, conocedores que pocos metros más allá de la niebla sólo había el abismo.
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Prados del Pla de Moixeró (2.091 m.). Eran las 15:30 h. Al bajar en altitud comenzó a llover y a granizar y la percepción de la tormenta, con contínuas descargas eléctricas, era aún mayor. El paso junto a vacas y caballos salvajes me ponía los pelos de punta.

Enseguida comenzamos a bajar por el Torrent de Moixeró, perdiendo altitud y ganando seguridad al adentrarnos en el bosque. Pero el sendero, apenas marcado, era muy vertical y resbaladizo y en una de las acciones patiné con las raíces de los árboles y el suelo mojado y caí al suelo completamente de espaldas, con tan mala fortuna que la rabadilla fue a dar justo sobre una piedra puntiaguda. Me quedé un poco aturdido pero comprobé que me podía mover y reemprendimos la marcha en dirección al último refugio, el del Serrat de les Esposes. La tormenta, eso sí, pareció quedarse en las cumbres.
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Hacia las 16:15 llegamos al Refugi del Serrat de les Esposes, a 1.511 m. de altitud, sabedores de que salvo catástrofe llegaríamos a Cortals de l'Ingla con margen para cumplir el objetivo de sub 36 horas.

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Pero enseguida se revolvió otra vez la atmósfera y durante esta última hora de travesía soportamos una fuerte tormenta que descargó además una enorme tromba de agua. Al paso por Plans de Bor íbamos completamente empapados, pero felices de ver ya el final...
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A las 17:07 llegamos al Refugi de Cortals de l'Ingla, cerrando así el anillo de la travesía, de 97 kms de longitud según la organización, 35 horas justas después de haber empezado con aquel cielo estrellado, ahora en medio de una fuerte tormenta que inundaba el porche del refugio.

Tras una buena ducha caliente y un café reparador hicimos el balance:

1ª Etapa: 50 kms, 12 h 15 min.

2ª Etapa: 47 kms, 11 h 37 min.

Total tiempo real: 35 h 0 min.

Total tiempo efectivo: 23 h 52 min.

Este último dato invita a pensar en realizar la travesía en el formato non stop con límite de 24 horas... quien sabe... en 2.010...
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Todos felices en el regreso a casa, objetivo cumplido: finalistas sub 36h.

Me gustaría destacar el espíritu de equipo y la convivencia perfecta entre los miembros del grupo, disfrutando de una travesía 100% recomendable, por su trazado, por su concepto, por sus paisajes...

Sólo la pena y la amargura por la muerte de Dani Jarque hizo que aflojásemos emocionalmente. A él le dedico mi éxito y esta entrada.

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En memoria de Dani Jarque.