11 de marzo de 2014

Llega el deshielo al Cadí


Efectivamente, nos aproximamos al equinocio de primavera. Astronómicamente significa varias cosas, que la distancia del sol a la tierra está en su punto intermedio, que la inclinación de los rayos del sol se va aproximando al zénit, que la duración del día y de la noche se van asemejando... y como consecuencia de todo ello la insolación aumenta, el sol aparece de nuevo en muchas umbrías y la temperatura diurna va subiendo localmente. Los hielos y la nieve del invierno se van fundiendo y toda esa agua se va infiltrando, nutriendo las fuentes, o discurre por los cauces de regueros, canales y riachuelos de la alta montaña.
Pude ver a los pardales de ala blanca, con sus cantos, y a los rebecos... son los primeros habitantes de estas montañas que ya gozan de este fenómeno estacional... bueno...y un servidor...
Me apetecía volver a la Rasa de Cortils, una profunda brecha abierta por las glaciaciones en medio del macizo del Cadí y paralela a sus cumbres, entre las cimas del Costa Cabirolera y del Comabona y de frente al Pedraforca, para disfrutar de ese mágico lugar con nieve antes de que se funda y haga reverdecer los prados.
Seguí el GR-107/150, pisando nieve desde el comienzo,  siguiendo una sucesión de collados maravillosos a lo largo de una falla paralela a las cumbres, saliendo desde el Coll de la Bena, en el término de Gisclareny (Berguedà), y pasando por el Coll de la Bauma, el Coll de la Font Cerdana, el Coll de Torn y el Coll de les Bassotes, ya en el término de Josa de Cadí (Alt Urgell), para subir desde aquí al Prat Berló, en la Serra Pedregosa, y desviarme pocos metros hasta la Portella de Cortal de Cortils, a 2.311 m de altitud, desde donde se podían apreciar las impresionantes laderas de la vertiente sur del Cadí y la colosal silueta del Pic de Costa Cabirolera (2.604).
Después, con la caída de la tarde y las proyecciones de las sombras de estos últimos días de invierno, regresé por el mismo camino hasta el Coll de la Bena, tras una sesión de 5 horas con 22,5 kms recorridos y 2.050 m de desniveles acumulados.
Sí, ha llegado el deshielo...

El recorrido propuesto a lo largo del GR-107/150, desde el Coll de la Bena a la Rasa de Cortils, pasando por el Coll de la Bauma, el Coll de la Font Cerdana, el Coll de Torn, el Coll de les Bassotes y la Portella de Cortils.
Pisando nieve desde el comienzo, en el Coll de la Bena (1.438), con la cima del Comabona (2.547) jalonando los primeros kilómetros.
La fuente del Coll de la Bauma, punto de refresco habitual en Cavalls del Vent y en algunas ediciones de la Núria-Queralt.
El Coll de la Bauma (1.573) y el Pedraforca (2.506).
El Pedraforca (2.506) y el  pegote puntiagudo del Turó de la Font Cerdana (1.945), adosado caprichosamente a la mole del Comabona.
Aproximación al Coll de la Font Cerdana.
El Coll de la Font Cerdana (1.857). A la izquierda queda la cresta que de lejos se ve como un  pico.
La Cresta del Coll de la Font Cerdana (1.945).
Siguiendo el camino a lo largo de la falla, Comabona a la derecha, Coll de Torn de frente y Pedraforca a la izquierda.
La hondonada del Torrent de Paller permite descubrir el Pedraforca (2.506) y el Cap de la Gallina Pelada (2.321), ya en la Serra d'Ensija.
El ventisquero formado en el Coll de Torn (1.915) tapando por completo el camino. Riesgo de aludes alto en toda la zona.
Coll de Torn (1.915), atrás quedaba el Coll de la Font Cerdana y su singular cresta.
Coll de Torn (1.915) y Serra Pedregosa (2.451) Toda la solana del Prat Socarrat fundiéndose en un día caluroso de invierno.
Coll de Torn (1.915) con vistas al Coll de les Bassotes. Impresionante sección en U.
Vista atrás al Coll de Torn (1.915) y al Turó de Coll de Torn (2.021).
El Clot dels Morros y el Pedraforca (2.506).
Paisaje de ensueño, las laderas del Cadí, el Coll de Torn (1.915) y el pegote puntiagudo del Turó del Coll de Torn (2.021), desde el Coll de les Bassotes (1.873), donde se juntan las comarcas del Berguedà y el Alt Urgell.
Subiendo por el Prat dels Truixeners, avistando ya el Pic de Costa Cabirolera.
El Cadí de Lleida y las sierras del Verd y de Port del Compte. La hondonada de Josa de Cadí contrasta con la mole del Pic de Costa Cabirolera, hay 1.300 m. de desnivel.
El Prat Berló i el Pic de Costa Cabirolera (2.604).
En mi salsa, es uno de mis lugares favoritos, 5 estrellas.
La Rasa de Cortils. Los acumulados de nieve y el alto riesgo de aludes me hicieron parar aquí, a descansar, a comer algo, a escuchar el canto del pardal blanco, bajo la atenta mirada de los rebecos que no me perdían ojo desde hacía rato.
La Rasa de Cortils y el Pic de Costa Cabirolera (2.604), escenarios de aventuras estivales.
Sol cegador a esta altitud y con esta nieve, mientras me como una manzana , con el Pic de Costa Cabirolera (2.604) y otras altas sierras del Alt Urgell y el Solsonés.
El Prat Berló, el Pedraforca (2.506), la Serra del Verd (2.240) y la Serra del Port del Comte(2.382).
Cae la tarde bajando hacia el Coll de les Bassotes con las sombras del Pedraforca (2.506) ocupando la atmósfera.
Efectos del deshielo en el Clot dels Morros.
El sol se pone en los ventisqueros del Clot dels Morros, en el Coll de les Bassotes.
El Coll de Torn (1.915).
El Coll de la Font Cerdana (1.857).
El Coll de la Font Cerdana (1.857) y la Serra de Gisclareny, abajo, en el fondo.
Últimos rayos de sol en la Font del Coll de la Bauma.
Dorado atardecer sobre la nieve del Coll de la Bena.
El recorrido realizado entre el complejo sistema de plegamientos y fallas de este sector meridional del Cadí.
 Sigue el track de esta ruta en: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6313587

4 de marzo de 2014

En la Cresta de Terrers


Forma parte del característico paisaje de la vertiente sur del Cadí, tan accidentado y fracturado, agreste y áspero. Esta formación geológica es visible desde decenas de kilómetros y claramente perceptible en cualquier imagen de satélite.
El pasado verano subí al Comabona desde l'Adou del Bastareny siguiendo la profunda canal de Terrers. Jalonando esta parte alta del Valle del Bastareny se sitúa la Boixassa, o Arrugues de Molnells, o Cresta dels Terrers. Inmerso en el aprendizaje de este nuevo territorio personal pensé en buscar una nueva vía sencilla y rápida para acceder al macizo del Comabona, subiendo por esta cresta hasta llegar al Puig de Terrers (2.466).
La presencia de nieve en cotas bajas, incluso en el Coll de la Bena (1.438), invitaba a ponerse las raquetas, pero la Solana de Murcurols se encontraba desprovista. Sólamente a partir de 1.800 mts de altitud la nieve dificultaba el paso, especialmente en los ventisqueros formados en la misma cresta, junto a los profundos precipicios que desde ella se perfilan, casi verticales, en la cubeta de la Pleta de Terrers.
La ascensión desde el Coll de la Bauma (1.573) descubre rápidamente cimas vecinas de cierta categoría: Ensija, Pedraforca, Tosa d'Alp-Puigllançada... El olor agrio de esta tierra de boletus agudiza la sensación de territorio salvaje. Los últimos días de invierno, soleados, invitan al regreso de los pájaros y sus cantos a estas altitudes, mientras que las pasturas quemadas por los rigores de la estación invernal todavía no permiten la presencia de caballos ni vacas.
Horizontes lejanos del Montseny, Collsacabra, Busa o Puigmal terminan de situar al espectador en este territorio tan bravo como acogedor. 

El recorrido planteado, saliendo desde el Coll de la Bena hacia el Coll de la Bauma ,y de aquí a la Cresta de Terrers, fácil y lógica vía de acceso al Comabona (2.547) si la presencia de congestas no lo impiden.
El Coll de la Bena, en Gisclareny, con el Puig de Terrers (2.466) a tocar de la mano.
Subiendo por el camino de Gresolet hacia el Coll de la Bauma.
El Coll de la Bauma y las pendientes uniformes de la cara sur del Comabona.
El Coll de la Bauma y la cima del Pedraforca (2.506).
Subiendo por la Costa de la Rita, con el Coll de la Bena (punto de salida) y la silueta del Montseny vistos por un claro del bosque.
A punto de llegar a la Boixassa, con el Pedraforca a mis espaldas.
Un lugar impactante, a pocos metros del filo del precipicio, con la carena del Moixeró a la izquierda, el Valle del Bastareny (y Bagà) en el centro y la Serra de Gisclareny y el Coll de la Bena a la derecha.
Pino azotado en el borde del precipicio de la Cresta de Terrers. El macizo Tosa d'Alp-Puigllançada al fondo.
La Pleta de l'Olla, por cuyo fondo subí al Comabona recientemente. La Serra de la Moixa, por cuya carena discurre Cavalls del Vent, cierra al norte esta parte más alta del Valle del Bastareny.
Subiendo por la ladera del Puig de Terrers, con Ensija y Pedraforca cerrando el horizonte.
Subiendo por la Boixassa, Arrugues de Molnells o la Cresta de Terrers, diferentes denominaciones para un mismo  accidente geográfico. El Puig de Terrers (2.466) y el Coll de Tancalaporta (2.344) muy cerca.
Serra d'Ensija (2.321) y Pedraforca (2.506). Los ventisqueros dificultaban cada vez más el paso por la cresta.
El Puig de Terrers (2.466) y el Coll de Tancalaporta (2.344).
Regresando al Coll de la Bena. El paisaje era demoledor. El silencio sólo se interrumpía por algún canto de pájaro.
Reponiendo fuerzas en un abrigo de pastor junto a la cresta, observando los paisajes del Ripollés y el Berguedà.
Bajando por la Costa de la Rita. En todo momento en completa soledad.
Dejando atrás el Coll de la Bauma.
El recorrido realizado entre el Coll de la Bena, el Coll de la Bauma y la Cresta de Terrers, 10,5 kms con 1.500 mts de desniveles acumulados.
 Sigue el track de esta ruta en: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6260901