11 de septiembre de 2012

Vallée de Chamonix. Ultra Trail Du Mont Blanc.


En 2.013 todos los ultratrailers del mundo estarán pendientes de las pre-inscripciones, del sorteo, de los certificados médicos, del importante montante económico de la inscripción, de la reserva de hotel, de los vuelos ó del desplazamiento en coche, de los exigentes entrenos durante todo el año, de las noticias que irán enviando desde Chamonix en el transcurso de los meses... y llegado el momento estarán pendientes, una vez más, de las previsiones del tiempo que seguramente volverán a ser malas dadas las fechas en que se realiza la gran carrera.
Todas esas cuestiones son las que han circulado por mi cerebro durante este año, sin importarme que en 2.010 tuvieron que suspender la carrera en pleno zafarrancho de combate, ò que en 2.011 la alargaron muchos kilómetros más para evitar el paso por los últimos puertos, y vete a saber lo sucedido en otras ediciones.
Para un corredor del pelotón como yo llegado desde los ultratrails de Catalunya el estar allí era ya un auténtico lujo. La llegada al Valle de Chamonix, con la imagen imponente del Mont Blanc a tocar de la mano, con el excepcional ambiente en la feria del corredor, con la infinidad de material , novedoso ó no, expuesto, con la incertidumbre de la climatología, con los preparativos finales, con la añorada línea de salida- llegada montada, con todo ello me sentía en el paraíso. Sin duda alguna, El Ultra Trail du Mont Blanc, y por extensión Chamonix, son la meca del ultratrail y todo lo que allí se cuece resulta trascendental en el entorno trail de todo el mundo.
Mientras haya más de 6.000 personas que se quedan fuera por el sorteo no van a cambiar la fecha de la carrera. El turismo y la economía local necesitan alargar una semana más la temporada de verano, de lo contrario esa última semana de agosto, con el inicio del cole en Francia en los primeros días de Septiembre, vería un éxodo masivo de veraneantes. Pero las fechas, el material obligatorio y diferentes avisos oficiales en cuanto a seguridad del tipo “...puede haber cambios bruscos del clima y sus consecuencias pueden ser horrorosas...” hacen hincapié en lo que es el Ultratrail por excelencia. No engañan a nadie y con ese factor adverso siempre hay que contar.
Con un ojo puesto en el cielo y otro en eltiempo.es nos levantamos y fuimos preparando el equipo completo para el Ultra Trail du Mont Blanc.
Toda la noche estuvo lloviendo y el viento del norte trajo un bajón drástico de temperaturas que hizo aparecer la nieve a pocos metros del apartamento de Argentière. Desde el día de la llegada la temperatura había caído más de 20ºC y las previsiones eran de empeoramiento.
La evolución de las borrascas de la estación en el Mediterráneo, con la consecuente aglomeración de nubes en el tope que hacen los Alpes, y la entrada de un sorprendente frente polar del norte formaron el cóctel de lo que se vino sobre Chamonix. Yo, ni creo que nadie, daba crédito a la previsión avanzada a 48 horas, con temperaturas de 3ºC a la hora de la salida y chubascos de nieve y ventisca con vientos fuertes y temperaturas de -5º C en  las zonas altas de la Croix du Bonhomme y La Seigne.

 Paisajes nevados muy cerca de Argentière, al amanecer.
Pintaba muy mal  y por eso la organización ejecutó uno de los recorridos alternativos. Y ahí comenzó la polémica...
 
“No se puede mantener una carrera reina con menos distancia que la TDS”... “No se puede enviar de vacío de vuelta a casa a 2.300 corredores que han entrenado duro durante todo el año y que han invertido una buena suma en llegar hasta aquí desde todos los rincones del mundo”... “Que mantengan el recorrido inicial y que cada uno se las arregle como pueda, esto es UTMB”... “Que reintegren el importe de la inscripción”... “Que comience la carrera el domingo”... “Que retrasen la carrera una semana”

 Y así infinidad de soluciones y variantes. Pero la decisión la tenían que tomar la directora de la carrera, la señora Catherine Poletti, y su equipo.
El recorrido alternativo ofrecía interés incluso para todas las voces críticas en cuanto a dureza y dificultad se refiere. Sus características, 103 kms y 6.000 m de desniveles, junto a las adversidades climatológicas y la noche, eran argumentos suficientes para afrontarlo.

 Por eso, como la mayoría, Paco y yo nos metimos en el cajón de salida, llenos de ilusión, incertidumbre y emoción, disfrutando de esos momentos mágicos de los que todo el mundo ha hablado, de lo que es la espera en la salida de Chamonix, con la cuenta atrás en el videomarcador mientras suenan los acordes de la música de Vangelis... momentos de oro que cada corredor vivíamos a nuestra manera...
 
Fondistes Vilassar de Dalt en Chamonix.

 La espera en la salida se hizo larga y el frío y la humedad iban calando. La nieve próxima y el hielo del Glacier des Bossons, que llega casi hasta Chamonix, daban aún más sensación de frío.

 Paco y yo, emocionados,  a punto de vivir una nueva aventura, la más grande que nos habíamos planteado nunca.

 Faltaban 29 segundos para tomar parte en la carrera más dura del mundo.

Con unas calles atiborradas de gente empezamos a correr, incluso por los caminos y senderos nunca faltaba alguien animando. El primer tramo, de 8 kms en bajada prolongada, se hizo muy rápido. Iba a llover  y todos queríamos coronar la cima de Le Délevret antes. Pero después de pasar el primer control, en Les Houches, comenzó a chispear, y después vino la lluvia, la nieve y la ventisca...

 Pasando por los bosques de Merlet. La concentración de corredores en este camino todavía era alta. Siempre había gente animando. Incluso en zonas a más altitud salía la gente a la puerta de cualquier casa a animar a todos los corredores.

Pasando por Les Houches. Todo el pueblo estaba en la calle. Aquí el ritmo de carrera era alto, pero enseguida venía la 1ª subida, a Le Délevret, y haría acto de presencia la lluvia, el frío y la ventisca.

Los condicionantes y agentes externos me penalizaron mucho. Sobre todo el retraso de la hora de la salida, media hora que en el sector de carrera en el que corría supuso afrontar la ventisca que azotó Le Délevret justo en la cima, en donde pasé especialmente frío. Si a eso le añadimos lo pateada y embarrada que ya estaba la bajada a Saint Gervais, peligrosa pista de aterrizaje por el barro, el esguince sufrido en un tobillo 15 días antes entrenando en el Moixeró, la ingesta de antibióticos para frenar unas inoportunas anginas, y el caos con los nuevos tiempos de corte horario que hizo reventar toda la planificación que ya tenía estudiada , nos encontramos un escenario muy adverso para un corredor de perfil muy modesto como el mío al que cualquier interferencia de este tipo le supone un gran riesgo de descalificación.

La ventisca de nieve en Le Délevret (1.776).
 
Al llegar al control de Les Contamines, en el km 31, la alfombra electrónica ya no pitaba igual que las anteriores y una persona muy amable se dirigió a mí diciéndome “...je suis desolé, vous êtes arrivé 2 minutes en retard...” Cuando recortaron el código de barras de mi preciado dorsal sentía que me arrancaban el alma...
 
Encuentro injusta la desvaloración que algunos han hecho de esta edición y de la supuesta devaluación de este chaleco azul que lleva impreso el nº 10. Todos los que luchamos por él sabemos exactamente lo que representa tenerlo. A nadie se le regaló, al contrario, tenerlo justifica una lucha personal sin tregua en una noche infernal del mes de Agosto en el Valle de Chamonix y como tal debería ser recordado, por encima de que esta UTMB fuera más corta que la TDS, algo ya meramente anecdótico. En 2.013 ya nadie se acordará de ello...

2 comentarios:

  1. Amigo Fran, una vez mas una Gran crónica, sobre una Experiencia muy Especial. Aunque no puedo estar de acuerdo con la organización, con los Cortés de Tiempo, pues no tienen en cuenta los grupos de edad ni las condiciones climatológicas Extremas y cambios de rutas. Además entran en contradicción con un principio básico, No Auxiliar a gente que lo necesite puedes ser descalificado y si llegas tarde (2' en tu caso, 10' en el mío) te echan. En fin... Que siento muchísimo no haber podido acompañados, pero habrán otras oportunidades. Un abrazo

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  2. Gracias Pepe. Ese punto de vista es muy interesante. Deberían dar bonificaciones si algun corredor auxilia a otro.
    Nos vemos en la próxima...

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