Pero esta maratón es enormemente exigente. Por longitud y desniveles podría ser considerada la más dura de toda la península. Y así lo hemos certificado los 300 participantes, sufriendo en nuestras propias carnes los 44 kms recorridos, los 6.400 m de desniveles acumulados y repartidos en subidas castigadoras y bajadas muy técnicas. En mi memoria quedan guardados todos estos ingredientes más el añadido de haber podido hacer toda la prueba en compañía de Alex, un lujo del que hoy pude disfrutar.
Retirada de dorsales y chips en el pabellón de Aiguafreda, con Francisco del Moral, Bruno Puighermanal y Jose Manuel Cancio.
Emoción en el cajón de salida, con cientos de corredores dispuestos a sufrir la maratón.
En el pelotón de salida por las calles en cuesta de Aiguafreda. Foto de Fotoscurses Assumpta.
Llegando a Sant Cebrià.
Bajando hacia la Riera de Vallcambrils. Carlos Martín, que participaba en la Mitja Marató y que bajaba volando en los primeros puestos de esa prueba, me animó diciéndome que iba bien.
Subiendo el Purgatori.
La llegada a las fajas de Ca l'Agustí permite contemplar el Castell de Tagamanent y otras formidables vistas.
Pasando por Ca l'Agustí.
Llegando al avituallamiento de Bellver con Alex. Allí estaba Jaume Soler dando ánimos a todos. Foto de Fotoscurses Assumpta.
Reponiendo fuerzas en el avituallamiento de Bellver, km 26, tras subir el Purgatori. Foto de Sportvicious.
Con Alex, frente al Castell de Tagamanent y a los Cingles de Bertí, donde esperaban las 2 subidas finales. Foto de Alex Balari.
Llegando a la cima del Castell de Tagamanent.
La bajada desde el Castell de Tagamanent al Riu Congost la hicimos muy rápida. En el control del km 30 había una gran animación con globos y todo que habían preparado Txell, Dolo y Jordi Casanova.
Esta vez el cruce por las aguas del rio se hizo sin ningún inconveniente debido al bajo caudal que llevaba.
Esta vez el cruce por las aguas del rio se hizo sin ningún inconveniente debido al bajo caudal que llevaba.
Subiendo a la Trona, la 5ª subida importante de la carrera.
A quien no eché hoy de menos fue a la bruja de la escoba, quien había de ir cerrando la carrera y barriendo a corredores rezagados, porque hoy mi posición era notablemente más adelantada que el año anterior, logrando acabar por debajo de las 8 horas, 7h 55m concretamente. A pesar de que algunas personas de mi entorno ya lo pronosticaban, todavía no me puedo creer haber rebajado 1 hora mi marca en esta maratón, cosa que me da moral para afrontar los próximos retos importantes.
Con Alex Balari, una vez llegamos a meta, por debajo de las 8 horas.
Con Dolors Puig, recién llegada de la Atacama Crossing, con quien intercambié vivencias y planes de carreras durante unos minutos.
Gracias a todos por vuestros ánimos durante los días previos a la maratón y durante la carrera, sin ellos no habría arriesgado como lo hice.
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