15 de mayo de 2011

1er Descenso Primaveral del Ebro en Kayak

Desde hacía meses, y a través del foro de internet kayakdemar.org, se había convocado el 1er Descenso Primaveral del Ebro en kayak, 1ª edición de lo que se debería convertir en una cita clásica en la primavera para todos los amantes del kayak y el piragüismo.
La idea propuesta era darle continuidad al trayecto de la versión otoñal para recorrer el tramo entre Benifallet y Tortosa, haciendo el paso por la esclusa del Assut de Xerta y parando en esta localidad a celebrar con una estupenda fideuà el reencuentro con un buen número de amigos.
Unos cuantos decidimos trasladarnos ya la tarde anterior para no tener que madrugar tanto y para compartir más momentos de kayak y fiesta.





Comienza la aventura, coche cargado, autopista y ganas de llegar.




Pero subiendo al Coll de la Teixeta comenzó a diluviar y el encuentro vespertino parecía quedar en agua de borrajas.



Al llegar a Benifallet comencé a encontrarme con la avanzadilla del descenso, Juanjo e Inma, Manel Btc, Blauet (el alma mater de estos descensos por el Ebro), Eduard, David Jové y familia, Koe, los Makis de Sils, Ramón y Mónica, Dani, Jose Luis y familia, CapitanRemo, Oscar... y el numeroso y divertido grupo llegado desde la costa alicantina capitaneados por Maricarmen Conca. No nos resistíamos a la fiesta y a la broma a orillas del río.


Tras la fuerte tormenta salimos a tomar el aire y a hacer un poquito de fiesta en el Embarcador de Benifallet.


Tomando chupitos de ron en el embarcadero.


Detalle del alcalde de Benifallet para los que habíamos de acampar bajo la tormenta, nos cedió el local de la guardería del pueblo para extender los sacos de dormir y pasar a cubierto la noche.



Por la mañana apareció un cielo completamente despejado y poco a poco fueron llegando el resto de participantes, algunos menos de los 80 que habían confirmado su asistencia. En medio del barullo inicial saludos a todos: imposible recordarlos sin olvidarme de alguno... Albert, Paco, Carme Adell, Carlos Fadrique, Manu, Txus, Hombrealagua, Peplluís, Jordi Hernández, Rafagurú, Jordi Curià, Jaume... y muchísimos más... procedentes de Alicante, Valencia, Castellón, Zaragoza, Lleida, Tarragona, Barcelona, Girona y Andorra...


El río bajaba majestuoso y limpio a pesar de la tromba de la noche anterior y la temperatura era fresca y agradable. Todo el mundo tenía ganas de pasarlo bien y poco a poco fuimos entrando en el agua.


Momento de entrar al agua y comenzar el descenso para atravesar el río y dirigirnos a la Illa de Benifallet.




El brazo de entrada a la Illa de Benifallet nos recibía con sugerentes y plácidas algas y un enorme tronco muerto que transmitía una gran sensación de dinamismo.




El canto de los pájaros y el frescor de la mañana agudizaban las sensaciones en la Illa de Benifallet.




El plan incluía remontar el Río Canaletes, uno de los últimos afluentes del Ebro antes de llegar al Delta. Sus aguas rojizas a causa de la tormenta le daban un aire amazónico y selvático. Todos disfrutamos de ese momento.

Atravesando el cañaveral antes de entrar al Río Canaletes.



Las aguas rojizas y chocolateadas hicieron las delicias de todos. Sólo faltaban las pirañas... ó quizás no...





Al igual que los demás, remonté el Canaletes hasta que fue posible. El contraste del paisaje con las aguas era espectacular.




Los kayakistas seguíamos navegando aguas abajo, disfrutando de una estupenda matinal, conversando con cuantos teníamos a nuestro alcance, deseosos de llegar a lo que sería el plato estrella de la jornada: el paso por la esclusa del Assut de Xerta.
Tras doblar una curva del río nos encontramos con un paisaje fascinante, el largo del cauce, las agrestes montañas de Paüls y el Molino de Mollet que se reflejaba en el agua:








Después nos fuimos acercando al morro rocoso de la Roca de l'Hombro cuyas paredes verticales se desplomaban al agua de manera muy atrayente:















Tras agruparnos en el centro del río y esperar a los más rezagados comenzamos la maniobra de aproximación y entrada a la esclusa del Assut de Xerta, esperando pocos minutos dentro de la misma a que se vaciara y poder salir de nuevo al río. Fue una experiencia fantástica:
























Y ya con todos deseando llegar al Embarcador de Xerta para reponernos con una prometedora fideuà hicimos aquellos kilómetros finales sin casi detenernos, únicamente entrando por el brazo de Tivenys:


Por el brazo de Tivenys.



Tivenys.





Las bravas montañas de los Ports de Tortosa i Beseit justo antes de llegar a Xerta.



Parte de los kayaks varados una vez llegados a Xerta.


Una vez en el embarcadero de Xerta nos preparamos para disfrutar del descanso y de una agradable fideuà preparada por Cinta, quien amablemente nos atendió e hizo que recobrásemos la fuerza a base de ensalada, pan con tomate y embutidos, la mencionada fideuà y unos postres de helado y coc de Xerta.


La sorpresa la protagonizó el alcalde de esta localidad quien no quiso ser menos amable que su vecino de Benifallet, montando las mesas y sillas para nuestro descanso y viniendo en persona a saludarnos y traernos garrafas con vino dulce y deliciosos pastissets de taronja, típicos de Xerta.


Con los compañeros de trabajo, Mónica, Ramón, Oscar y su señora.





Con David Jové.






Con las kayakistas alicantinas.





Panorámica de la fideuà en la misma orilla del Ebro.




Y sin más demora volvimos al agua para afrontar una tarde de kayak ya calurosa y vivir nuevas emociones y encuentros hasta llegar a Tortosa adentrándonos en las lagunas interiores de la Illa de Audí, cerca de Bítem, refugio natural de aves y nutrias, por cuyos caños nos adentramos, con el mayor de los respetos, escuchando las interesantes explicaciones que iba dando Blauet.


Suave playa en la Illa d'Audí.






Pasando por uno de los caños.



Escuchando las aves en las lagunas interiores.


El descenso se acababa, se intuía la llegada a Tortosa. Una sirena nos alertó del paso de una barcaza tradicional a nuestro lado mientras que poco a poco aumentaba el número de pescadores en las riberas.


El paso de una barcaza amenizó los últimos kms, poco antes de llegar a Tortosa.


Cuando avistamos Tortosa Blauet nos explicó brevemente parte de la rica historia de la ciudad, sus orígenes, su glorioso y floreciente pasado, y su realidad actual a expensas del denostado trasvase del Ebro.


El Castell de la Suda, la Catedral de Santa Maria, el Palau Episcopal... Tortosa se muestra bellísima desde el río.



Tortosa a nuestro paso por el centro del río.



El Monumento a la Batalla del Ebro y la Mare de Déu del Roser.





Mónica y Ramón saludan y hacen fotos desde lo alto del Pont de l'Estat.



Pasando bajo el puente junto a Blauet.







Imagen prácticamente cenital.






Llegada al Embarcador de Tortosa, punto final de un excepcional descenso de Primavera del Ebro, lleno de emociones, reencuentros y muy buen ambiente. Aquí paramos... pero el río sigue su curso... las aguas continúan su discurrir... buscando el mar... quizás algún día nos lleven a descubrir nuevas aventuras y nuevas emociones...