Qué mejor transición de las carreras en ruta a las de montaña que terminar aquellas participando en la Cursa de Bombers y comenzar la nueva temporada de montaña entrenando a través de un cortafuegos...
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La Sierra del Espigar y el cortafuegos de Miedes.
Estos días de descanso, inmersos en la tranquilidad y el silencio que nos encontramos al llegar de nuevo a Ruesca, pequeñísimo pueblo del sur de Zaragoza, en la Sierra del Espigar, hemos podido disfrutar de otra de las posibilidades que ofrece este lugar privilegiado para la práctica del senderismo y el trekking y en donde resulta prácticamente imposible encontrarse con alguien por los caminos que suben al monte.
Además, estrenaba zapatillas de trail... Yo, fidelísimo de ASICS, he apostado de nuevo por dar continuidad a lo que me funciona y al modelo que jamás me ha producido una sola rozadura ni uña negra, las Trabuco, ahora ya la versión 11.
El comportamiento es excepcional, tanto en los caminos plagados de piedras sueltas y puntiagudas...
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...como en las subidas por medio de las laderas con tierra blanda y entre los matojos espinosos de las aliagas, con una enorme flexibilidad....
... ó incluso por el pedregal del cortafuegos, agarrándose con ganas a las rocas en la subida....

Y cómo bajan... con una estabilidad y amortiguación asombrosas que me invitaban a realizar contínuos sláloms, giros y saltos, sin miedo a acabar de bruces contra las piedras ó los matojos.
El entreno por el monte en sí, de 16,5 kms de recorrido, 100% por caminos, cortafuegos y campo a través, suma un desnivel positivo acumulado de 549 m. realizado en 1h 53m 40s, a un promedio de 6:53/km.
He disfrutado muchísimo, subiendo el empinado cortafuegos de Miedes...

Antes...
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...Después.
...para crestear después por las cimas de la Sierra del Espigar, sobre piso rocoso e irregular, hasta llegar al Mojón Alto (1.279 m)...
... y desde allí lanzarme en una vertiginosa bajada hasta la cota 754 en que se encuentra Ruesca, pasando por el camino del Panderón y el de los Hiniestares, siempre por entre los pinos.
Enorme sensación de libertad y gran placer para los sentidos, correr en medio de la naturaleza, con la inestimable ayuda de mis nuevas zapatillas de trail, que ya no huelen a industria, sinó a monte....

Y a la mañana siguiente nos aguardaba una fenomenal sorpresa: en lugar del blanco de la floración de los cerezos...
...descubrimos desde la ventana, atónitos, en una mañana de abril exageradamente silenciosa, un grueso manto de 25 cms de nieve, constituyendo la mayor nevada registrada en décadas en esta comarca, redecorando los mismos escenarios vistos la tarde anterior:

El Cerro del Castillo...
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El talud con estratos de sepiolita de la nueva carretera...
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El camino a la Ermita de San Ramón...
En medio de este ambiente ártico, con el pueblo de Ruesca aproximando su imagen a la de cualquier poblado siberiano...
...me corroía una pregunta...¿Qué tal responderán las nuevas Trabuco en estas condiciones?...

Pero no... no salí a entrenar, porque aún me resentía muscularmente del entrenamiento del día anterior, pero sí que me las calcé y me hice un pequeño trote por la carretera nevada, para experimentar con ellas. El resultado del test fue satisfactorio, fenomenal agarre en la nieve pisada y el hielo, y buen drenaje en la suela, manteniéndose limpia de nieve en todo momento.

Y ya el domingo, sin poder esperar más para salir a correr, nuevo entrenamiento, esta vez por asfalto, siguiendo el camino de Miedes...
...subiendo luego el puerto hasta llegar al altiplano del Campillo, desde cuyas planicies observé el cortafuegos que remonté dos días antes...

...y desde donde constaté que allí la nevada se acentuaba todavía más.
Ambiente gélido, con el cierzo haciendo de las suyas, pero el entreno también muy satisfactorio con las nuevas zapatillas, ahora sobre asfalto mojado, con muy buena amortiguación y clara mejoría respecto de versiones anteriores en cuanto a la adherencia sobre piso mojado.

Por la estrecha carretera de Codos, exenta de vehículos.
El hielo, el viento, los 217 m de desnivel positivo acumulado y los 14,4 kms recorridos en 1h 25m 15s dieron un promedio de 5:55/km.

Al dar la vuelta, y dejar atrás la Sierra de Paniza, me vi cara a cara con el cierzo para todo el regreso.
Con estos 2 entrenamientos realizados en las mini-vacaciones de Semana Santa, que suman 30,9 kms y 766 m de desnivel positivo acumulado en las nevadas sierras del sur zaragozano, doy por bien iniciada la nueva y prometedora temporada de trail.
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Las botas katiuskas de Esther, Pili, Cristian, Isa, Peña y Mª Angeles.
Fotografía de Isabel Borja.
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Mª Angeles, entre los reflejos del atardecer y el deshielo.