Tributo.

Hace justo un año que participé, por segunda vez, en la Travessa del Montseny, apasionante travesía de montaña que muchos realizamos en su mayor parte corriendo, por las pistas, senderos y laderas del macizo del Montseny, desde Aiguafreda a Gualba, 46 kms de recorrido y 2.200 mts. de desnivel positivo acumulado.

Consta de tramos con mucho encanto, como el inicial hasta Tagamanent, aún de noche y antes de salir el sol, tramos de gran belleza, como el Pla de la Calma, que permite contemplar las brumas de la Plana de Vic, tramos muy técnicos, como las vertiginosas bajadas por medio de los hayedos desde Matagalls (1697 m) y el Turó de l'Home (1706 m), y tramos de enorme dificultad, como la ascensión a Les Agudes (1706 m) por els Castellets, desde Sant Marçal.

El montañero Kepa Castro en su blog, imprescindible visitarlo para poder llegar a entender del todo este artículo, nos muestra una serie de bellísimas fotografías de esta ascensión a Les Agudes, precisamente por donde discurre la Travessa, claro, y con el agravante de que a esas alturas los corredores y marchadores llevan ya 28 kms en sus piernas y varias horas en el empeño.

Entre los participantes siempre se habla de la leyenda de "la Cadena", puedo dar fe que es bien cierta pues en una de las ediciones que participé tuve que pasar por ella, paso complicado de unos 3 mts de longitud por donde se ha de pasar agarrándose a una cadena fijada a las paredes de las rocas y en cuyo centro tiene la suficiente holgura que te hace alejarte de la pared rocosa, en la que a su vez existe una pequeña cornisa para colocar justo la punta de las zapatillas o de las botas.

En esta foto de Eduard Giménez Porredón se ve claramente por lo que hay que pasar:

Este tramo se puede realizar por vias de distinto nivel de exigencia, la más rápida hay que realizarla siempre trepando. Si coincide que el día se presenta con lluvia (ver el blog de Jordi Casanovas, en donde nos explica con pelos y señales las dificultades que pasó en la edición de este año) entonces la dificultad se torna en verdadero peligro.

Todos los que hemos vivido, sufrido y disfrutado, con esta travesía, sabemos y asumimos su dificultad... y su riesgo. La enorme dificultad que conlleva te deja la sensación de héroe en la llegada a la Iglesia de Gualba.

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Ni la subida por los regatos de Tagamanent, ni la ascensión exponencial al Matagalls, ni el vértigo... y el miedo en Les Agudes, ni las bajadas trepidantes por los hayedos a Sant Marçal y a Santa Fe, ni los arbustos espinosos del Gorg Negre, ni la espesa capa de polvo, o barro, del camino de la mina, ni la lluvia, como este domingo pasado, ninguna de todas estas exigencias, ni tan siquiera la increíble satisfacción que se tiene al saberlas superadas, nada... no vale la pena cuando aparece la fatalidad y se queda una vida en el camino, o en el fondo de un barranco de 30 mts en la subida a Les Agudes... como Toni...atleta marchador del UEC Anoia, cuyo recuerdo vivo estará siempre en todos los que hemos participado... y vamos a seguir participando en esta prueba. Descansa en paz, Toni...