2 de septiembre de 2013

De Monnell a Comabona: la soledad del caminante en un valle olvidado.


Siempre me ha llamado la atención la enorme fractura geológica que se observa desde cualquiera de los collados y cimas del sector oriental del Cadí-Moixeró en dirección oeste, como una especie de acantilado estratificado que se va levantando desde el fondo del valle del río Bastareny en dirección a la cima del Comabona.
Buscando referencias senderistas me dí cuenta que apenas hay documentación sobre este tramo alto del valle, probablemente olvidado por la proximidad de otros atractivos recorridos como la ruta de Cavalls del Vent, las canales del Cadí o las vías de acceso al Pedraforca.
En mi afán de encontrar una ruta fiable desde el Bastareny al Comabona, sin ningún resultado en la búsqueda de tracks en Wikiloc y siguiendo un sendero en discontínua de la Editorial Alpina, me metí de lleno en esta gigantesca canal en V que es la hondonada que queda entre la Boixassa y el Serrat de la Muga en la más absoluta soledad, únicamente rota por la presencia de una familia en la misma cima del Comabona que había venido desde Prat d'Aguiló.

Cascada de l'Adou del Bastareny, lugar donde nace uno de los principales afluentes del Llobregat.
Delante de l'Adou, con toda la ilusión para comenzar a continuación una solitaria expedición para subir desde aquí al Comabona.
De entre las rocas sale el agua a borbotones poco antes de precipitarse por la cascada, aguas procedentes de diferentes torrentes de la Serra de Gisclareny.
La cascada de l'Adou del Bastareny, junto al aparcamiento que pone fin a la pista de Monnell.
Prat de Monnell, punto de inicio de la ruta, con la Boixassa a la izquierda y el Puig de Terrers (2.466) rematando esta larga cresta. El Coll de Tancalaporta (2.344) sería mi objetivo visual cada vez que levantara la cabeza buscando referencias.
Por la pista de la Muga, en medio de una vegetación exuberante.
La pista de la Muga, con la cresta de la Boixassa a lo largo del valle.
El Torrent de la Muga se muestra intermitente en pleno Agosto discurriendo por el fondo de una enorme falla por la que se infiltra sin remedio. A partir de la Muga continué por un sendero marcado con fitas de piedras amontonadas, subiendo rápidamente.
Valle abajo, con las crestas de la Boixassa por la derecha.
Valle arriba, llegando a un pequeño prado en el Cap de Sadorn (1.637), con el Coll de Tancalaporta de referencia. A partir de aquí la señalización era intermitente y los caminos de vacas me hacían dudar contínuamente.
Valle arriba, con el Coll de Tancalaporta en lo alto.
La fractura del terreno rompía la homogeneidad de las laderas. A la izquierda Terrers y a la derecha La Muga.
Tras perderme varias veces llegué al Pletissar de la Muga a través de un bosque con muchos caminos de vacas, un auténtico laberinto. Las crestas de la Boixassa daban paso al Bac de la Muga.
Valle abajo, con el pequeño prado del Cap de Sadorn en el centro.
Brecha en el Pletissar de la Muga. Las pendientes uniformes se rompían con estos tajos producto de la erosión.
El Pletissar de la Muga, a 1.863 m. de altitud, en donde un grupo de vacas poco acostumbradas al paso de personas se encaró contra mí. Una de ellas, con un solo cuerno, me puso en estado de máxima alerta y la carne de gallina.
Terrers, Tancalaporta y abajo, el Pletissar con las vacas hostiles.
Sin marcas ni señales fui de forma intuitiva subiendo al Serrat de la Muga, para enlazar así con el sendero de Cavalls del Vent en este tramo próximo a Estalabars, dejando momentáneamente Terrers y Tancalaporta a mis espaldas.
Subiendo por la Solana de la Muga, pedrera arriba, para ir a buscar la Foranca de la Muga (2.185), punto en el que habría de encontrar los puntos naranja de Cavalls del Vent.
Pedrera arriba en dirección a la Foranca de la Muga.
¡Por fín! Me sentía en la civilización a pesar de encontrarme sólo, a 2.185 m. de altitud, pero las marcas de Cavalls del Vent y del GR 150.1 me relajaron y disfruté de la vista al Coll de Tancalaporta, y detrás de él, el Comabona (2.547).
El Pas del Bou (2.247) y ya muy cerca, el Coll de Tancalaporta, y tras él, el Comabona... que se empezaba a tapar por las nubes...
Terrers, a la izquierda, Tancalaporta y Comabona.
Vall de Bastareny.
Vall de Bastareny. A la izquierda la ladera del Serrat de la Muga, a la derecha los estratos de Terrers y las crestas de la Boixassa. En el centro de la falla el cauce del Torrent de la Muga y la mancha verde del Pletissar, en donde las vacas hostiles me esperarían a la vuelta...
El Puig de Terrers (2.469) y sus estratos multicolores.
Coll de Tancalaporta, vistas a la Cerdanya con la cara norte del Cadí a la izquierda y Prat d'Aguiló en el centro.
Prat d'Aguiló, con su refugio, y Estana, escenarios de anteriores aventuras en el Cadí.
Coll de Tancalaporta (2.344).
Comabona (2.547) y Aguiló (2.487).
La niebla avanzaba y cerraba el Coll de Tancalaporta. Para subir a la cima del Comabona, unos 100 mts. de desnivel, tenía que dejar el GR 150.1. La niebla me desorientó y me hizo dar un pequeño rodeo hacia el sur pero enseguida me reorienté y llegué a la cima.
El Cadí desde la cima de Comabona.
Comabona (2.547).
Antes de que se volviera a cerrar la niebla decidí regresar. Tancalaporta se tapaba.
Caballos en el Coll dels Terrers (2.424).
Vall de Bastareny desde el Pas del Bou, con las vacas esperándome en el Pletissar de la Muga. En lugar de volver a la Foranca de la Muga siguiendo el GR 150.1  estudié la ladera y me propuse bajar entre las pedreras directamente, clavando bastones para no rodar, evitando eso sí encontrarme con algunos grupos de vacas. Una vez en el Pletissar, y puesta a prueba mi templanza ante el acercamiento poco amigable de los animales, respiré hondo y seguí el descenso, ahora ya disfrutando plenamente del trail-running en este apartado rincón del Berguedà.
Las crestas de la Boixassa en una ya nublada tarde. La visión de esta ladera del valle bajo la que parece incrustarse la otra es espectacular. 
Sendero próximo a La Muga. La profundidad del valle aquí le da al bosque de hayas un aspecto muy húmedo. 
El Torrent de la Muga en uno de sus saltos. En esta época apenas consigue un caudal contínuo a pesar de las numerosas fuentes de la cabecera.
Haya centenaria próxima a la Muga.
El bosque cerca de la afluencia del Torrent de Murcurols.
Pont de Monnell, punto de inicio y fin del recorrido y desde donde se accede a l'Adou del Bastareny.
El recorrido desde Monnell a lo largo de la falla del Bastareny, valle arriba, hasta el Coll de Tancalaporta, y de allí a la cima del Comabona, en Pleno Cadí. La imagen 3D muestra un cercano Pedraforca. Entre ida y vuelta salieron 21 kms.
Sigue el track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5172948
El perfil longitudinal del recorrido, con más de 3.400 m. de desnivel total acumulado.
Cara de satisfacción al acabar, por conseguir llegar al Comabona a través del Torrent de la Muga sin verme corneado por las bovinas, y por el placer de cambiarme de zapatillas...

4 comentarios:

  1. Una gran entrada al blog. Moltes felicitats.

    Ara queda probar el recorregut

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    1. No ho dubtis de provar, és molt maco, tècnic i exigent, i amb vistes espectaculars. Ja diràs. Salut.

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  2. Sense paraules... Garraf queda petit com jo. Una mindundi.
    Genial plaer que pocs poden fer.
    Per d'altra banda, veure el Comabona per una vessant més ferèstega. Genial. GO!

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    1. De mindundi res, ets gran, molt gran, com el teu cor. Cada lloc té el seu encant. Ja és hora de conèixer els encants del Garraf, em faràs d'amfitriona?

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