Pero lo mejor de todo era el carácter nocturno de la prueba, aspecto que le confería un elevado grado de misterio y dificultad añadida. Además, en el briefing anunciaron que en las cotas más altas nos encontraríamos con una espesa niebla.
Dani hizo una excelente carrera, acabando en el puesto 25.
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La primera subida discurría por un sendero cerrado y resbaladizo. Gracias a la ayuda de mi Ledlenser pude trotar con seguridad y sin problemas hasta el control 1, poco antes de la bajada al Sot del Purgatori, en donde un cartel que lo anunciaba ya ponía los pelos de punta.
En aquella bajada una insegura corredora hizo tapón y la acumulación de lucecitas mirando atrás era evidente. Pero pasado el río decidí atacar. Las fuerzas me acompañaban y en cada pequeño ensanchamiento aprovechaba para adelantar a gente. La aparición de una espesa niebla no me frenó, al revés, me motivó y disfruté de lo lindo trotando por las tinieblas, con la única luz de mi frontal, pero encontrando con éxito las marcas. Así al llegar a los encharcados prados de Ca l'Agustí ya iba solo.
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Recorrido por El Purgatori, prados de Ca l'Agustí, subida al Castell de Tagamanent y bajada hasta Aiguafreda.
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En la bajada hacia Bellver, por un sendero con agua corriente, me encontré con un numeroso grupo que iba perdido. Al conocer bien la zona no tuve ningún problema para llegar hasta los pies del Castell de Tagamanent, adelantando poco a poco a más corredores. Un sonido inquietante de tambor anunciaba la llegada inminente a la cima. Allí una escenografía espectacular recibía a los participantes entre la densa niebla: figurantes, antorchas entre las ruinas, velas en el interior del santuario del siglo X, todo ello recreando un alucinante ambiente "ánimas benditas del purgatorio".
Pero todavía había que bajar los 700 m de desnivel hasta Aiguafreda, a lo largo de 6 kms de senderos muy resbaladizos que superé sin nigún incidente, haciendo sociedad con otros dos corredores en toda la bajada y llegando al Pont de l'Avencó de Aiguafreda con muy buenas sensaciones y ánimo, para entrar en meta poco antes de la media noche y disfrutar de la cena que ofrecía la organización a participantes y acompañantes, habiendo parado el reloj en 2 horas y 24 minutos, en el puesto 133 de los 205 participantes.
Disfruté muchísimo de esta carrera nocturna, dura y técnica, y esas buenas sensaciones me dan ánimos para el reto de este sábado, Cap de Rec, 52 kms y 5.200 m de desniveles acumulados.
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