Entrenar, entrenar y entrenar.

Ya empecé a entrenar. Me costó un mundo mi primer entrenamiento este lunes. Quise rodar a 5:20, pero los 10 kms recorridos entre Vilassar de Dalt y Cabrera de Mar se me hicieron eternos, sobre todo la subida, a la vuelta, pero al final, me dio una media de 5:39, lo que me hizo sentir muy feliz y vover a casa satisfecho. Todo es empezar...

El martes hizo el día de Octubre más frío desde hace 45 años, y muy lluvioso, por lo que opté por darle a la elíptica, durante 55 minutos, en el gimnasio de la piscina de Can Banús.

Y el jueves... mis queridas series del alma...

Tras calentar durante 20 minutos hice 4 series de 1.000, a modo de test, para probar mi estado de forma y conocer el ritmo al que poder llevar los entrenos. Estos fueron los tiempos:

1ª 4:32

2ª 4:42

3ª 4:38

4ª 4:40

Conclusión: mi estado de forma actual, punto de partida en esta nueva etapa deportiva, es que me salen las series de 4 x 1.000 a 4:38, con lo cual, creo que aspiro a correr por ahora a 5:00 el km, y de cara a la Mitja Marató de Vilanova i la Geltrú dentro de mes y medio tengo este margen de tiempo, y lo voy a intentar.

La semana se cerró con un viaje familiar a Ruesca, maravilloso pueblo de 80 habitantes, en donde el sábado hubo una tregua en el temporal de lluvia, que no de viento, porque sin duda, en aquellas tierras aragonesas enfiladas al Moncayo, el Cierzo es el auténtico dueño y señor.

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Pues en esas condiciones salimos Mª Angeles y yo a hacer un rodaje de 1h y 24 minutos por medio de los ya desolados campos de cerezos, almendros y cereal. Al regresar, Cristina, desde la ventana de su casa nos dice:

-"Hala, maños... con el cierzo que corre... ¿dónde vais pues...?"

-"Pues mira, de correr venimos... y de hacer ganica, que sinó no nos entra la longaniza..."

Ella, levantando una ceja y sonriendo nos responde: "Maña... pues a mi me entra igual..."

Y después, a disfrutar de los frutos del Otoño: a recoger un saco de nueces que el cierzo ha ido sacudiendo...

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... un par de granadas sobrevivientes a la plaga de pulgón de Agosto...

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...unas manzanas fuji que ha traído Raimundo...

... y una higuera, que al abrigo de las paredes del corral, ha querido guardarme aún media docena de higos: antes de que se los haya comido el cierzo me los he comido yo.

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Por la familia, por los amigos, por entrenar en la naturaleza, por el descanso infinito, por los productos que ofrece...¡Cuánto me gusta ir al pueblo!