El 3er Descenso Primaveral del Ebro, que tiene lugar entre las localidades tarraconenses de Benifallet y Tortosa y está convocado desde el foro kayakdemar.org, volvió a ser de nuevo un punto de encuentro de kayakistas veteranos y noveles, entre gente amante de la naturaleza, de la aventura y de lo sencillo.
Sin grandes alardes, el curso bajo del río Ebro volvió a ofrecer lo mejor de sí mismo, naturaleza viva, emoción intensa y encuentro entre amigos. Fue un placer navegar durante 25 kms con toda esta gente, compartir con ellos la experiencia de la Esclusa de Xerta y disfrutar de una excelente fideuà a la sombra de los árboles de la ribera.
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Durante la tarde del sábado fuimos llegando bastantes participantes para compartir cena y risas a la orilla del río. |
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El Ebro bajaba con 400 m3/seg, brutal, intuíamos que la Primaveral sería rápida. |
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El sol se ponía en el Embarcadero de Benifallet, continuaba llegando gente y dispusimos la habitual cena compartida a orillas del río. |
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Compartiendo cena, aventuras, risas y ron. Evaluando los grandes riesgos del Descenso: sirulos gigantes, mosca negra, sifones, remolinos, árboles caídos... |
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Se levantaba el día, primeros rayos de sol y preparativos. |
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Los kayakistas iban llegando, imposible saludar a todos, casi 90 nos congregamos en el Embarcadero de Benifallet. |
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Algunos no podían aguantar las ganas de palear. |
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Lluis Joan Josep explicó a todos una breve historia de nuestros descensos, del río, y unos imprescindibles consejos. |
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Todos atentos a las explicaciones de Lluís, pocos minutos antes de comenzar la 3ª Primaveral del Ebro, que este año estaba incluída en el programa de fiestas de Tortosa. |
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Jordi y yo cerrando el grupo. |
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Primeras paladas para muchos compañeros. Es un placer asistir al bautizo kayaki de todos ellos. |
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Algunos enseguida se atascaron entre las cañas, pero la solidaridad de los más expertos hizo que todo el mundo disfrutara del descenso. |
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Aproximación a la desembocadura del Canaletes. |
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Remontando el Canaletes. |
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El silencio y el canto de las aves eran un lujo en este rincón selvático de Tarragona. |
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De vuelta al cauce principal del Ebro; me hubiera quedado allí varias horas escuchando a los pájaros. |
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Las montañas de Paüls y la Torre de Mollet. |
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La Torre de Mollet, sufridora de mil vicisitudes durante la Guerra Civil. |
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Remada tranquila cerca de la Roca Roja, asentamiento ibérico. |
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Playa de juncos y cañas cerca del Mas de Xalamera. |
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Avistamiento de las instalaciones de la Assut de Xerta. |
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Pequeño reagrupamiento antes de entrar en los diques de la Esclusa. |
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La estación de captación de aguas. |
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Entrada en los diques. |
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Manel Martin controla que nadie se pase de largo hacia la cascada del Assut de Xerta. |
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Cerrando el grupo. |
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Gyula Lerner espía con su cámara periscópica lo que hay al otro lado de los diques... |
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Llegando a las compuertas de cierre. Foto de Jordi Curià Pascual. |
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Navegando por el interior de los diques de la esclusa. Foto de Mikel Mumany. |
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Navegando a lo largo de los diques. |
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Esperando el cierre de compuertas. Momento idóneo para la conversación con los amigos de alrededor. Foto de Gyula Lerner. |
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Llegando a la Esclusa. |
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Compuertas abiertas para alojar a cerca de 90 kayakistas. |
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Apelotonamiento para disfrutar de la bajada de nivel dentro de la Esclusa. |
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Ajustando los espacios para cerrar compuertas. |
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Cerrando compuertas posteriores. |
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Enseguida notamos cómo bajaba el nivel de las aguas. |
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Esperando la bajada del nivel de aguas y la apertura de compuertas. Foto de Christine Carter. |
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El muro de hormigón se iba levantando ante nosotros. |
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Christine Carter i Cheneesse, las dos canadienses asistentes a la Primaveral. |
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En el fondo de la Esclusa, completamente encajonados, hasta que abrieron compuertas delanteras. |
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Abran compuertas! |
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Los kayakistas saliendo de la Esclusa tras una increïble experiencia. |
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Vista atrás, con el salto del azud y un estruendo digno de la mejor catarata. |
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La Primavera en estado puro. |
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Medio en serio, medio en broma, habíamos hablado de los sifones y remolinos. Éste hizo girar a un buen número de kayaks e incluso propició que alguien se refrescara de cuerpo entero... |
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La arboleda del Embarcador de Xerta, entre el Canal de la Marge Dreta i el Ebro. |
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Xerta, detrás del plácido espejo del canal. |
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Los kayaks varados. |
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Kayaks, el rio y las montañas de Els Ports de Tortosa i Besseit. |
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Comida de hermandad entre todos los asistentes. El Ajuntament de Xerta también colabora con nosotros y nos cede este espacio, las sillas y las mesas, para que la breve estancia en este pueblo sea lo más placentera posible. La fideuà que preparó Cinta estaba riquísima! |
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La fideuà. |
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Gyula Lerner se dejó ver con su cámara periscópica. Seguro que prepara un sensacional álbum de fotos. |
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Amics de Nules. |
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Lluís espera nuestro paso agarrado a un árbol de la ribera inundada. En este tramo del río el caudal era enorme. |
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Lluís va escuchando en silencio el canto de los pájaros de la Illa d'Audí. |
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Manel i Lluís, de avanzadilla para entrar en la Illa d'Audí. |
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Entrando en las lagunas interiores de la Illa d'Audí, cerca del pueblo de Bítem. |
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Las lagunas d'Audí. |
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Naturaleza pura y salvaje en las lagunas interiores de Audí. |
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Con nuestra presencia las aves se ocultaron, desconfiadas. |
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La flora aquí era espectacular, bosque de ribera pantanosa. |
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De nuevo a palear hasta Tortosa. Foto de Gyula Lerner. |
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Algunos de los compañeros con los que compartí estos momentos de relax en la Illa d'Audí. |
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Lagunas interiores de Audí. La quietud en la atmósfera era absoluta y el canto de las aves sobrecogía. Foto de Gyula Lerner. |
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Saliendo de las lagunas nos encontramos el cadáver de un sirulo mediano de 1,20 metros. La leyenda de estos monstruos es una realidad. |
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Navegando relajadamente hacia Tortosa. |
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Avistamiento del conjunto histórico de Tortosa. |
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El Castell de la Suda de Tortosa se alza poderoso sobre la ribera. |
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El Castell de la Suda y la Catedral de Santa María de Tortosa. |
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El Palau Episcopal de Tortosa, poco antes de acabar el 3er Descenso Primaveral del Ebro. |
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El Monument a la Batalla de l'Ebre, aguja clavada en nuestra memoria. |
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