5 de septiembre de 2007

Pasa el verano



Después de correr la maratón de Paris, el dia 15 de Abril, comenzó para mí la temporada de verano. Atrás quedaban días de duro entrenamiento nocturno, frío y humedad, y comenzaba un nuevo ciclo con la llegada de la nueva estación, el cambio de horario y la posibilidad de subir a la montaña cada tarde a correr.


Montcabrer, Serra de Marina


Pasaban los dias, preparando la Travessa del Montseny, fantástica travesía de montaña, haciendo los 46 Km en 7h 51m, y después preparando sin tregua los temibles 91,6 Km de longitud y los 8.105 m de desnivel acumulado de la Travessa Núria-Queralt.


Travessa del Montseny, vista desde Les Agudes



Travessa del Montseny: Santa Fé, desde Les Agudes


La Núria-Queralt se presentaba como uno de esos retos casi imposibles de lograr, escuchando las experiencias ya vividas anteriormente, casi épicas, de los compañeros del club Fondistes de Vilassar de Dalt. Pero llegado el día, y la noche, y con mis endorfinas a tope, se superó la prueba con el máximo disfrute que una competición de ese tipo podía ofrecer: paisajes pirenaicos increíbles, buen ambiente y organización y buen rollo con todo el mundo, especialmente con los compañeros del club que participaron: Paco, que nos dejó atrás en el Pas dels Lladres (2.590 m), Diego, Toni y Pere, con quien entré felizmente en la llegada de Queralt en 16h 03m. ¡Genial!


Salida de la Núria-Queralt, junto a Sant Gil

Salida masiva, camino de Fontalba, con tropezones y codazos incluídos





Primera dificultad seria: El Pas dels Lladres, vertiginosa y espectacular subida junto al Puigmal. El sendero nos conducía al último y más elevado horizonte.






Alegría al llegar a lo más alto, con un pie a cada lado de la frontera.






LLegada en Queralt, Berga: reflexiones tras 91,6 Km y 16 horas de disfrutar y sufrir.



Finalmente llegaron las vacaciones y aún pude disfrutar de algunas salidas por la Sierra de Vicort y el Espigar, en la provincia de Zaragoza, con la subida que tanto me gusta al Pico del Rayo (1.427 m) desde el pueblo de Ruesca, recorriendo todas las crestas de la sierra, y un trekking muy bonito entre Ruesca y Velilla de Jiloca acompañado por los amigos, Oscar y Roberto, que venían de hacer la Calcenada la semana anterior, Manolo, Peña, Pili, y mi mujer Maria Ángeles, que se portó como una campeona.

El Pico del Rayo




Ruesca-Velilla de Jiloca. Desde lo alto de las cuestas de Mara



Ruesca-Velilla de Jiloca. Sereno paisaje próximo a la ermita de San Fabián

Los planes pasaban por preparar la Travessa Matagalls-Montserrat, de gratísimo recuerdo, el día 15 de Septiembre, pero un problemilla físico de última hora lo impedirá, con lo que se puede dar por concluída, de manera muy satisfactoria esta temporada.


Ahora toca ya pensar en los bolets, que empiezan a surgir en nuestros bosques, y en comenzar a preparar la nueva temporada que se avecina, con la disputa de los primeros diezmiles y medias maratones...








El bosque en otoño:Serra de Marina, Coll de Gironella

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