Buscar el sitio perfecto con las personas adecuadas y en el instante oportuno suele llevar al éxito y a disfrutar de grandes momentos , como ocurrió en esta nueva aventura en Aransa. A pesar de que tampoco éramos muchos la ruta se hizo muy entretenida, con frecuentes paradas para disfrutar del entorno y de las risas. Los paisajes de este apartado valle de Cerdanya siempre son sorprendentes. Sus cumbres y laderas, esculpidas caprichosamente por los hielos de antaño, evocan entornos de otras latitudes. Las bajas temperaturas del invierno registradas en este territorio situado entre los 1.900 y los 2.700 mts de altitud mantenían helados los ríos y los lagos de la Pera, sobre uno de los cuales, el Estany Petit, anduvimos caminando con nuestras raquetas.
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El itinerario propuesto en 3D, saliendo desde la Estació d'esquí de fons d'Aransa, subiendo por la pista de la estación hasta la Font de les Pollineres y allí tomamos el GR-11-10 hasta el Salt del Pradell Gran y el Refugi dels Estanys de la Pera. Tras flanquear los dos lagos regresamos a la Estación por el mismo camino. |
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Autofoto con mango de los asistentes, Jordi, Pilar, Cris, Yak, Polvorilla, Massa, Marcel, Laura, Cris, Bárbara, Oscar, Maria Josep, Bea, Lidia y un servidor, delante del refugio de la estación. |
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Subiendo por la pista del bosque del Avetar de Comabella. |
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El Avetar de Comabella, con las luces doradas de la mañana. |
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Debajo del grueso manto de nieve los torrentes y riachuelos se abren paso con el deshielo. A veces afloran a la superficie formando caprichosas siluetas, como este emotivo corazón que dedico a Marian. |
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Llegando a les Pollineres con Lidia y Jesús. |
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La Plana de la Font de les Pollineres. |
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Con el grupo mermado, autofoto en la Font de les Pollineres. |
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Jesús sigue una traza abierta en dirección al Port de Perafita, al fondo. |
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El Riu d'Aransa, completamente helado y tapado. |
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La fila de raquetistas, subiendo a los Lagos de la Pera. |
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El Pradell Gran. |
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El sonido acuático del Salt del Pradell Gran estaba apagado. Sus aguas congeladas desde hacía meses habían formado una cascada helada. |
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Marcel se aproxima a la cascada helada. |
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Cris y Yak, que bajaban cuando el resto llegábamos al Refugi dels Estanys de la Pera. |
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Última rampa antes de llegar al Refugio. |
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Siempre, en cualquier situación, que no falte una sonrisa. |
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Avistamiento del Refugi dels Estanys de la Pera. |
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Tras descansar y comer algo nos hicimos esta foto de grupo delante del Refugio. |
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A la izquierda una de las cimas dominantes del valle, el Monturull (2.761), en el centro el Coll de Claror y el Tossal de la Truita (2.752). |
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Sale el sol al marchar iluminando el colorido Refugi dels Estanys de la Pera. |
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La fila pasa por el Collell de l'estany Gran. |
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El Estany Gran de la Pera completamente helado bajo el Tossal de la Truita (2.752). |
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El Estany Petit de la Pera, también helado. |
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La fila pasa sobre la superfície del Estany Petit de la Pera. |
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Árbol seco en el fondo del valle. |
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Aparte observar de los paisajes impactentes también tuvimos tiempo para jugar y reirnos. Aquí nos dejamos caer hacia atrás para hacer depués el ángel. Foto de Lidia Gelis. |
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Tras la caída colectiva. Foto de Lidia Gelis. |
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Al regresar, vistas a Cerdanya desde la Pleta de la Pera. |
Una molt bona crònica i fotos!! Com sempre! Bon paratge i ruta, la companyia... tot un Cor!! I quin millor cor que el dedicat a la Marian...!!! Sense preu! Un petonàs!
ResponderEliminarMoltes gràcies Mònica. Sempre perseguim satifer inquietuds, pròpies i d'altres. Aquestes sortides tenen aquest objectiu. Un petó.
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