27 de enero de 2013

2.012, año de plenitud y final de ciclo.

No ha sido el año en que haya participado en más carreras, ese fue el 2.010, pero si por algo recordaré 2.012 será por la intensidad con que viví las carreras, 11 acabadas y 3 frustradas, con todos los entrenamientos realizados entre ellas, carreras intensas en lo técnico, pero también vividas junto a buenos amigos y en territorios excepcionales.
Algunos de los retos fueron extraordinarios para un corredor del pelotón como yo, pero los afronté con la mayor humildad y con la mejor preparación posibles, aunque con diferentes resultados.
He disfrutado y he sufrido como nunca, con enormes alegrías como Emmona ò Montsant, con el susto en el cuerpo que nos dejó Cavalls del Vent y con grandes decepciones como la Núria-Queralt ó el Ultra Trail du Mont Blanc.
Pero lo que sí es seguro es que me he sentido más vivo que nunca, disfrutando de cada entreno y de cada carrera con la compañía de muchísimos amigos que potenciaron en mí esa sensación de vida, y con todo el apoyo de mi familia, que siempre confían en mí y hacen lo posible y se esfuerzan para que todo resulte mucho más fácil.
Y a todos los que seguís mis evoluciones, muchas gracias por estar ahí con vuestros ánimos incesantes, vosotros me dais la motivación que muchas veces falta para seguir con cierto rigor los entrenos y acudir a las carreras.
A todos os dedico este resúmen del 2.012, año en el que pongo fín a un ciclo y que da paso al 2.013, nueva etapa y aventura en mi vida profesional y deportiva...

La 1ª del año 2.012, la Cursa de Muntanya 2 Turons de Moià, 12 kms, muy bonita y bien organizada, con muchos amigos quemando turrones.

En Febrero, y bajo plena oleada polar, Viladrau- La Garriga, 30 kms, una de las clásicas, por los hayedos nevados del Montseny a -8ºC en compañía de Carles Aguilar.

La Cabrilenca, de 18 kms, junto a Bruno Puighermanal Munarriz, con quien he compartido muchos entrenos y algunas carreras este 2.012.

La 1ª seria del año, la Marató de Muntanya de la Vall del Congost, de 44 kms, considerada una de las más duras de la península por su elevadísimo acumulado de desniveles. Con gran satisfacción, rebajé casi una hora mi marca en esta carrera.

Para disfrutar al máximo, la Caminada d'Aiguafreda, de 20 kms, también por la zona de la Vall del Congost, en un día en que la niebla se adueñó del fondo del valle, con unos paisajes preciosos y una organización que nos trató con mimo.

Una de las buenas del calendario, Pels Camíns dels Matxos, de 64 kms por los preciosos hayedos de Torelló, Bellmunt, Puigsacalm, Cabrera... y el paso por el Salt del Molí, pero toda esa belleza requería solventar importantes desniveles. Muy dura, de las que más....

La Travessa del Montseny, de 47 kms, bajo una fortísima tormenta durante el inicio e intervalos de lluvia y niebla a lo largo del recorrido. El Montseny más bucólico nos dió la bienvenida.

Les Ànimes del Purgatori, de 17 kms, una de las carreras nocturnas más atractivas y exigentes del calendario, en una noche de verano y junto a muchos amigos, vaya, casi un trail-verbena.

Emmona, la primera vez que hacía un ultra de más de 100 kms. Éste, de 107 kms, era además Campeonato de Catalunya, y contaba con 16.000 m de desniveles acumulados. Suponía el mayor reto de mi carrera deportiva y la piedra de toque para el UTMB que había de hacer un mes y medio más tarde. Sin duda, la carrera más dura que hecho nunca, hice buenos amigos allí, me paré a dormir 2 veces en el suelo y la pude completar en un tiempo de 30 horas. Brutal.

La 1ª de las tres decepciones consecutivas del año: 2 semanas después de Emmona me planté en la Núria -Queralt para completar kms y desniveles como preparación al UTMB, pero un inesperado e intensísimo dolor de cabeza y vómitos me dejaron fuera de combate a mitad de carrera, en Bagà, en dondeFrancesc Monllau Font me atendió y consoló cuando más lo necesitaba.

La gran cita del 2.012. Chamonix nos esperaba aFrancisco del Moral y a mí desde hacía meses para enfrentarnos al ultra más duro del mundo, el Ultra Trail du Mont Blanc. Pudimos vivir todo lo que supone el ambiente de primer nivel que allí reina. Una de las mejores experiencias de mi vida a pesar de que diferentes factores me dejaron fuera de carrera en les Contamines por sólo 2 minutos en el corte de paso.

Y para rematar un verano nefasto, la Copa del Mundo, Cavalls del Vent, con sonrisas y lágrimas. De nuevo ambiente de lujo, compartiendo la línea de salida con buenos amigos y también con los mejores corredores y corredoras de ultratrail del mundo. Las lágrimas por la emoción de la salida en la plaza porticada de Bagà se unieron a las lágrimas por el dolor y el sufrimiento vividos en carrera por las enormes dificultades climáticas que se registraban y por la lamentable pérdida de Teresa Farriol.

Siguiendo con la racha de ultras afectadas por el mal tiempo durante toda la temporada llegué al Ultra Trail Serra de Montsant, de 91 kms. Pese a ello, disfruté con rabia de la lluvia incesante en un lugar al que le tengo especial cariño por su belleza recogida. Me sirvió para recargar mi autoestima después de los 3 fracasos consecutivos del verano, acabando en 17 horas.

Y para finalizar el 2.012 me di cita por 2ª vez en la Marató del Montseny, de 42 kms, en una de las montañas que más frecuento en carreras y entrenos. Me siento como en casa y sólo obtengo sensaciones positivas. La mejor manera de poner fin a la temporada.

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