Las nevadas de los días precedentes nos depararon un sorprendente y polar ambiente a la llegada a Sant Llorenç de Morunys, a -3 ºC y desde donde emprendimos la navegación para recortar las nevadas orillas de la Vall de Lord.
El nivel del pantano está muy alto, con lo cual la belleza del valle es aún mayor, y el punto de embarque, con Sant Llorenç de frente, fácil, cómodo y llano... y el agua, helada...
Detrás de Sant Llorenç de Morunys se alza, colosal, la Serra de Querol (2.212 m), desde cuyas cumbres se lanzan hordas de esquiadores.
Òskar, Drope y Ladykayak, rumbo al sur, cortando el espejo de agua cristalina.
Increíble cresta de 2.ooo m de longitud y 1 m de ancho, bajando de Lord hasta el fondo del pantano.
Sensación térmica y ambiental muy fría, todos nos sentíamos un poco inuit.
Els Llengots, brutales plegamientos rocosos característicos de la Vall de Lord, y la niebla, brotando de la superficie del pantano.
La Mola de Lord.
Les Agulles de Lord, afiladísimas, destacan en la recortada silueta del macizo.
Els Llengots, y detrás, el Port del Comte.
Barranc de la Rasa de Torroella, semisumergido, la profunda grieta se ve a través de las aguas transparentes. Se puede remontar un buen tramo, con paredes verticales a los lados hasta que resulta tan estrecho que ya no pasa el kayak.
La Rasa de Vilamala, oscura, fría, silenciosa, inóspita, valle profundo y sumergido que invita a huir de él enseguida.
Òskar y Drope, en el cálido y reconfortante almuerzo al sol del prado de Santa Eulàlia de Posada, en la misma orilla del pantano.
Obaga de Casallobeta... y la tarde comenzaba a caer...
Obaga del Canal dels Oms.
Tras 18 kms de navegación, con la nieve casi fundida y los últimos rayos de sol, regresamos a Sant Llorenç de Morunys por la cola del Aigua de Valls.
Os deseo a todos Feliz Navidad y Año Nuevo 2.009